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En tu visita a Benidorm claro que no puede faltar pisar la arena de la playa: sombrilla, toalla, chanclas… ¡y de cabeza al agua!
La ciudad tiene dos playas súper amplias y cómodas que no dejan indiferente: solo separadas por el Mirador de Benidorm (visita imprescindible, por cierto). Las playas se convierten en el escenario perfecto para tus mañanas de Low Festival: descansar del larguísimo invierno, disfrutar del sol, del relax y del verano, coger fuerzas y, como no, pegarse un buen chapuzón en el Mar Mediterráneo. ¡Pocos planes mejores! ¿Alguien da más?
¿Todavía no sabes cuál es cuál? Mirando al Mar, la Playa de Poniente es la que va desde Finestrat hasta el Mirador, con un paseo tranquilo y amplio. Pasando el Mirador hacia el norte se encuentra la Playa de Levante, sabrás cuál es por las luces que recorren todo el paseo y los bares y pubs de música en pleno paseo… ¡si quieres divertirte, esta es tu zona!
La playa más tranquila de las dos de Benidorm, con más de 3 km de longitud -lo que la convierte en la más extensa– y una anchura que alcanza los más de 100 metros en alguna zona. Con bandera azul desde 1987, lo que la hace todavía más especial y con mayor encanto.
Está situada en el sur, antes del Mirador, y se extiende hasta Finestrat. No te la pierdas si quieres tener unas vistas directas y privilegiadas de la Isla de Benidorm.
Probablemente sea una de las playas más reconocidas de toda Europa, su paseo repleto de bares, pubs, música y turistas disfrazados la convierten en uno de los lugares más divertidos y curiosos de la ciudad.
Con su skyline tan característico en primera línea de playa, sus luces que recorren todo el paseo y su cercanía a la zona inglesa de la ciudad, la convierten en la joya festivalera.
Con bandera azul desde 1987, tiene arena fina y es muy cómoda si te quedas en esta zona de la ciudad: las mañanas en la playa se pasan volando y volverás a casa con ganas de más. ¡Palabra de lower!
